Candil de cuerpo bitroncocónico, ligeramente inclinado, con cuello desarrollado y borde exvasado. El gollete es estrecho y oblícuo. Aunque está casi completo le falta el extremo de la piquera, en cuya boca aparecen marcas de fuego. La pasta es bizcochada.
Pertenece a la producción del alfar de Denia, en torno al segundo tercio del siglo XII.