Una de las grandes aportaciones de nuestro país a la historia de la escultura es la policromía, un procedimiento de decoración e iluminación de las imágenes a través de la aplicación de oro y color.
Desde el siglo XV, los doradores y pintores españoles comenzaron a desarrollar especializados procesos técnicos, utilizando instrumentos y materiales de nombres más cercanos a la alquimia que al arte, y a crear amplios muestrarios de motivos que fueron evolucionando al compás de los cambios ideológicos y las modas. Rastrear su trabajo a través de una selección de esculturas es el objetivo de esta visita.