Año de publicación: 2000 | 79 páginas | 5 euros
Esta exposición, la primera que se hace desde el nacimiento de la Fundación Cristóbal Balenciaga, difícilmente podía tener mejor encuadre que en el Museo Nacional de Escultura, dedicado a una de las artes universales, donde las constantes de dos líneas, la horizontal y la vertical, han dado al ser humano los momentos más sublimes de encontrarse así mismo y a la naturaleza en muy diversos materiales.