Edad Media y Moderna
1077-1790. Románico y Barroco
Entre las actuaciones previstas en el Plan Director, es la referente el estado de la torre y el edificio anexo, las cuales pueden considerarse prioritarias debido al deficiente estado físico de la zona de la Catedral.
El edificio anexo se encontraba en estado ruinoso en la planta superior bajocubierta, estando apuntalada su estructura principal.
La cubierta de la torre mostraba claros problemas de humedad, que han podido afectar a la estructura de viguetas de hormigón armado y a las cornisas en la fachada.
Intervenir para frenar las humedades que afectan a las diferentes partes del edificio descritas.
Recuperar la imagen original, modificando huecos en diversas fachadas.
Conservar el estado de la Catedral.
El inicio de las obras de la catedral se enmarca entre 1077 y 1082, comenzando al mismo tiempo por la cabecera y por los pies, según una tipología típica de la época como es la iglesia de planta rectangular con tres ábsides, alineados con sus correspondientes naves, y sin transepto saliente.
En 1082 la catedral tiene consolidada su planta, los muros levantados y los ábsides construidos en su mayor parte, pero en ese año se produce una paralización de las obras.
A partir de 1104 se continúa con las obras, finalizando estas en 1139. En este periodo se concluyó la fabrica, cubriéndose con bóveda de horno los ábsides, bóveda de cañón los brazos del transepto y el crucero con bóveda hemisférica sobre trompas abocinadas, realizándose el resto con madera.
Junto a la construcción de la fábrica de la catedral se trazó el claustro, al que se accedería desde la iglesia por una pequeña puerta ubicada en el centro de la nave del Evangelio, hoy en desuso, finalizándolo dos años más tarde. Junto al claustro tenía adosada la sala capitular.
En el siglo XIII la catedral entra en un periodo crítico debido a conflictos bélicos y el abandono, desarrollando solo pequeñas obras de mantenimiento, pero ya en el siglo XV se realizan varias obras, como la nueva capilla de Santa Orosia y la de Santa Cruz.
Los siglos XVI y XVII se caracterizan por una gran actividad constructiva, por las necesidades de poner en condiciones el viejo edificio, construyendo nuevas capillas, cubiertas abovedadas y varias reformas en la torre, y la decoración de varias capillas.
En el siglo XVIII se realizan cambios y logros importantes como la construcción de nuevas capillas, ampliación de las dependencias catedralicias y una gran reforma a finales de siglo. Se desmontó el altar mayor para conseguir una prolongación del ábside central en donde se quería ubicar el coro.
Las obras realizadas en el siglo XIX fueron mínimas, de mantenimiento.
En 1992 se lleva a cabo la restauración del ábside norte y todo su entrono, eliminando las construcciones adosadas, aseos… decidiendo así recuperar el exterior románico del ábside norte.
Documentación completa de la Actuación