El Llibre del Repartiment de Valencia no está constituido por los cuadernos de los repartidores ni es fruto de su actuación al distribuir los lotes ya estipulados de antemano, previo deslinde de lo reconquistado, y con un contenido adecuado a la condición del receptor. Lo componen en realidad las notas sucintas que los escribanos reales tomaron de las donaciones que el monarca fue haciendo a medida que conquistaba las tierras o como promesa para cuando llegara el momento de su donación efectiva. En Valencia, no hubo reparto, sino donaciones desordenadas, pero estas donaciones están contenidas en más de un libro.
El hoy universalmente conocido como Llibre del Repartiment de València es un conjunto de tres volúmenes manuscritos conservados en el Archivo de la Corona de Aragón (Real Cancillería, registros 5, 6 y 7), formados por cuadernos fragmentarios y desordenados, de procedencia variada y contenidos muy diversos. En el primer volumen (hoy, registro 5), titulado originalmente Donationum regni Valentie, se contienen anotaciones notariales de las donaciones de inmuebles y oficios en la ciudad, huerta y término de Valencia, otorgadas por Jaime I a favor de quienes le acompañaron en la conquista. Comprende tanto las donaciones verbales y de futuro como las efectivas e instrumentales. Comienza en julio de 1237 y acaba en junio de 1245, con un breve complemento de 1252. Incluye la copia moderna de este mismo registro efectuada antes de 1790.
El segundo volumen (actualmente registro 6, titulado en origen Donacionum regni Valencie et Cathalonie) es un nuevo registro de donaciones y confirmaciones reales de inmuebles en la ciudad y reino de Valencia. Intenta distribuirlas por localidades y por cláusulas o circunstancia de la donación. En realidad, parece estar compuesto por diversos cuadernos locales de repartimiento datados entre 1247 y 1249, aunque sus fechas extremas comprendan entre 1235 y 1250. La sucesión original de los folios se perdió después de su desencuadernación y la pérdida de algunas hojas. Las diferentes medidas de los folios revelan una pluralidad de soportes, ya sean cuadernos o volúmenes.
El tercer volumen (registro 7, titulado Domibus Valencia) es una detallada relación de poseedores de casas de la ciudad de Valencia, hecha por calles y barrios, especificando el antiguo propietario musulmán y el nuevo poblador cristiano, y con la expresión, mediante siglas, de sus títulos de propiedad y otras circunstancias. Esta revisión fue iniciada el 9 de abril de 1239. Al final del volumen, hay una relación de las casas que quedaban a disposición del monarca.
El gran erudito Julián Ribera calificó el Llibre del Repartiment de València como “documento complejísimo”, para cuyo estudio conviene siempre tener a la vista el manuscrito original, o su reproducción fiel. En su redacción intervinieron multitud de personas, en muy variadas circunstancias, con enmiendas, borrones, interpolaciones, repeticiones (a veces incluso triplicadas y con diferencias entre ellas) y otras muchas incidencias, añadidas en diversos tiempos y lugares, y por diversas manos, a las minutas primeramente escritas. Fue, ante todo, un instrumento administrativo que se utilizó con asiduidad en las oficinas reales, sobre todo en los primeros tiempos tras la conquista. Los libros fueron hechos según la práctica notarial de mediados del siglo XIII, en borradores con rayados, tachones, barrados, señales y otros signos coetáneos, realizados por los propios escribanos, cuyo significado ha sido discutido por los estudiosos. A eso se suman las dificultades del texto, atiborrado de apellidos cristianos de varia naturaleza, árabes, judíos, y con multitud de topónimos menores de difícil o imposible identificación y localización. Tanto la naturaleza y carácter de este documento como su contenido (tipo de donaciones, personas beneficiarias, condiciones jurídicas, origen de los pobladores, onomástica, toponimia, estadística, y otras muchas cuestiones de gran calado…) han sido objeto de grandes y ricos debates entre los historiadores. En cualquier caso, carecen de fundamento las afirmaciones de que haya habido manipulaciones modernas de esta fuente por parte de su primer editor, Próspero de Bofarull, tachando o reescribiendo nombres sobre el original, calumnias que ningún especialista académico ni siquiera ha mencionado en sus trabajos.
Por su importancia, la información del Llibre del Repartiment de València fue muy utilizada desde que su primera edición de 1856 lo diera a conocer entre los historiadores, sobre todo para la controvertida cuestión de la primera población cristiana de Valencia tras la conquista. Se trata de una fuente privilegiada para el estudio de los procesos de expansión feudal de las sociedades europeas durante la Edad Media. Por eso, como ya subrayara Julián Ribera, “por mucho que se le estudie, no se agotará jamás”.