El Camino Lebaniego, declarado Patrimonio Mundial en julio de 2015, es un ramal del Camino de la Costa que surgió con el objeto de venerar los restos de Santo Toribio, obispo de Astorga, y las reliquias del Lignum Crucis (el mayor fragmento conservado de la Cruz de Cristo reconocido por la Iglesia) traídas por el propio santo desde Jerusalén. Ambos objetos de culto y devoción fueron trasladados tras la invasión musulmana al monasterio de San Martín de Turieno (hoy Santo Toribio de Liébana) para su protección y custodia. El cenobio, erigido a escasos kilómetros de la localidad de Potes, es uno de los primeros monasterios de Cantabria de los que existe constancia documental, ya en el siglo VIII. El Lignum Crucis motivaba, desde tiempo inmemorial, la afluencia de numerosos peregrinos atraídos por las supuestas sanaciones mentales que producía y que encontramos narradas por sucesivos cronistas, hasta el punto de que al monasterio se le llegó a conocer como la pequeña Jerusalén.
La región de Liébana fue a finales del siglo VIII uno de los enclaves culturales más paradigmáticos del reino de Asturias, cuna de Beato de Liébana, el monje al que se atribuye el himno "O Dei Verbum" en el que figura una de las primeras menciones al apóstol Santiago como patrón celestial de España. Este destacadísimo intelectual, que mantuvo estrechos contactos con los círculos culturales de la corte carolingia es, además, el autor de los famosos "Comentarios al Apocalipsis", una de las obras más influyentes de la Edad Media europea. A su vez, de Liébana procedía el monje Sisnando, que fue elevado por Alfonso III al obispado de Iria a finales del siglo IX, lo que le permitió contribuir desde ese puesto a potenciar el culto jacobeo.
El monasterio de Santo Toribio es, junto con Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, uno de los cuatro lugares jubilares del cristianismo, a los que se añadió recientemente Caravaca de la Cruz.
El Año Santo Jubilar Lebaniego se celebra cuando coincide en domingo la festividad de Santo Toribio (16 de abril). Se abre entonces la Puerta del Perdón que traspasan los peregrinos para ganar el Jubileo y obtener la esperada indulgencia plenaria. Salto de línea