Hubo vida más adelante, para Cervantes, para don Quijote y los personajes que le conocieron, incluso para Cide Hamete. Lo avisó Cervantes, en la dedicatoria a Lemos de la segunda parte del Quijote (1615), que le había propuesto el emperador de la China irse allí a regir un colegio para enseñar la lengua española, usando de método la lectura de su Quijote. En el Persiles, insistirá: en Francia, ni varón ni mujer deja de aprender la lengua castellana (Persiles, III, 13: 1617).
El éxito de la obra fue inmediato. Algunos negociantes lo imaginaron, como los que exportaron a Indias el año de 1605 tanto a Nueva España como a Tierra Firme 400 ejemplares de los que tenemos registro y constancia. Y ese flujo de quijotes a América no se detuvo.
En la Península, los testimonios del éxito inmediato de la obra son también varios. Por ejemplo: cuando se celebran en Valladolid, por entonces Corte de Felipe III, las fiestas por el bautizo del futuro Felipe IV y la ratificación de la paz hispano-inglesa, hay una charanga en la que aparecen don Quijote y Sancho, según narró Pinheiro da Veiga. Esa alusión a la obra recién publicada habla, obviamente de que era conocida.
Además, la reimpresión que tuvo que hacer en otoño de 1605 Juan de la Cuesta y las ediciones piratas que se lanzaron en Bruselas o Lisboa (al menos dos en 1605), nos hablan, también de este éxito editorial. Tanto éxito que el autor se confunde al enumerar las reimpresiones de su obra. Y tanto éxito que se convirtió en baluarte de un grupo cultural contra el que arremetió el otro: así, el camuflado Avellaneda (un lopista) escribió contra Cervantes su segunda parte del Quijote, a la que hubo de responder con velocidad vertiginosa y autoridad intelectual fuera de lo común, el propio Cervantes con la audaz y verdadera Segunda Parte del Quijote (1605). Bien es verdad que, si no hubiera habido falso Quijote, acaso no habría habido segunda parte.
El éxito de Cervantes en España fue notable porque antes de 1620 ya habían salido seis ediciones del Quijote y en el medio siglo siguiente, catorce. Curiosamente, entre 1674 y 1704 no hubo ninguna nueva edición. Algo similar se podría decir de, por ejemplo, el Persiles: su éxito también inmediato, pues se publicó siete veces entre 1617 y 1629 y dos ediciones en español fuera de España. Luego, el silencio hasta 1719.
Se puede decir que a lo largo del XVII se leyó El Quijote, el resto de las obras apenas se conocieron, como una obra cómica y bufonesca, a la que poco a poco se le fueron hallando sus rasgos satírico-críticos, que acabaron fascinando durante la Ilustración y más aún durante el Romanticismo, con el redescubrimiento y la reinterpretación desde Alemania e Inglaterra, de los aspectos simbólico-filosóficos, en perspectivas que aún hoy rigen en el mundo cervantino. Hasta el siglo XVIII no quedó traducido todo Cervantes a todas las lenguas de cultura europeas.
1604, septiembre, 11. Valladolid.Salto de línea Expediente de solicitud de licencia de impresión que instruye Antonio de Herrera a petición manuscrita y autógrafa de Miguel de Cervantes para la impresión del libro titulado El Ingenioso Hidalgo de la Mancha.Salto de línea Contiene diligencia de examen y aprobación. En el recto presenta la solicitud y en el reverso el trámite.Salto de línea AHN,CONSEJOS,44826,EXP.1
1613, agosto, 9. San Lorenzo el Real.Salto de línea Licencia a Miguel de Cervantes Saavedra para imprimir por diez años en los reinos de la Corona de Aragón las Novelas exemplares de honestisimo entretenimiento.Salto de línea ACA. CANCILLERÍA. Registros, 4894, fol. 249-25Salto de línea Documento muy conocido ya que figura al principio de casi todas las ediciones desde el siglo XVII.
1605, marzo, 22 - abril, 9. Sevilla.Salto de línea Registro de Diego de Correa en el navío El Espíritu Santo, su maestre Francisco de Barros, de la Flota de Tierra Firme con dos cajas de libros para entregar en Cartagena a Antonio Toro. Entre ellos: «Ochenta y quatro libros de Don Qixote» en la primera caja y «Diez y seis libros de Don Qixote» en la segunda.Salto de línea AGI. CONTRATACIÓN, 1145A, N.1, fol 160