El universo del arte deriva de la sociedad y representa, mediante elementos perceptibles por los sentidos, su visión particular sobre el mundo. El arte de mayor consideración social posee una estrecha relación con los individuos o las instituciones que son consideradas preeminentes y por ello se encuentran en una situación de dominio. El arte sirve para trasmitir ideas mediante su representación y exaltación explotando su calidad plástica y su valor estético, aspectos estrechamente ligados a convenciones sociales coyunturales.
El estatus y las claves de la sociedad o de las creencias, son generalmente difundidas mediante el arte, bien mediante manifestaciones corporales por individuos a través de las artes escénicas, bien con soportes materiales estáticos como la pintura, la escultura, el grabado o el dibujo.
Las claves estéticas representan a su vez valores generacionales permeables entre individuos con roles sociales semejantes aún más allá de las fronteras, de ahí que se generen gustos estéticos de marcada temporalidad que promocionan valores semejantes.