Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, España, Suiza
El arte de construir muros en piedra seca comprende los conocimientos y prácticas sobre su realización con un mero apilamiento de piedras sin usar otros materiales de construcción, salvo tierra también seca en algunas ocasiones. Estos muros están muy extendidos dentro y fuera de las zonas habitadas en la mayoría de las regiones rurales, principalmente en los terrenos escarpados, aunque también se pueden hallar en algunas regiones urbanas.. Además, la técnica de la piedra seca también ha sido reconocida y, en consecuencia, explotada por artistas contemporáneos.
Gracias a esta técnica se han creado diferentes tipos de hábitat humanos, así como de estructuras para la agricultura y la ganadería, que han configurado paisajes muy numerosos y variados. Se han formado distintos tipos de vivienda, agricultura y cría: terrazas para el cultivo, límites de la tierra, asentamientos y refugios estacionales, así como cobertizos de animales, regulaciones de la exposición al sol y del impacto de la viento y nieve en cultivos, gestión de recursos hídricos, etc. La piedra seca también se ha utilizado en obras públicas (redes de transporte, como calles, caminos y muros de contención de carreteras, torres de vigilancia, frentes de agua, cisternas de agua y retenciones).
Estas construcciones constituyen un testimonio de métodos y prácticas usados por las poblaciones desde la prehistoria hasta la época moderna, con vistas a organizar sus espacios de vida y trabajo sacando el máximo partido de los recursos naturales y humanos locales. Las estructuras de piedra seca siempre están hechas en perfecta armonía con el medio ambiente.
La combinación de diferentes construcciones de piedra seca ofrece un tipo de planificación de la tierra rural, que apoya y mejora la producción agrícola y la cría de animales al crear condiciones favorables de suelo y clima (regulación de la humedad, luz solar reflejada, etc.) para los cultivos (cereales, huertos, viñedos) , olivares, para la cría de animales y para el procesamiento (secado, sazonado, etc.) y almacenamiento de productos y subproductos (lana, tortas de oliva, subproductos forestales, etc.). En las zonas urbanas, la piedra seca se utiliza para pavimentar espacios públicos y privados y en obras de infraestructura (canales de agua, muros de contención de carreteras, etc.).
Los muros de piedra seca desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas, en la lucha contra la erosión y desertificación de terrenos, en la mejora de la biodiversidad y en la creación de condiciones microclimáticas propicias para la agricultura.
Los depositarios y practicantes de este elemento del patrimonio cultural son las comunidades rurales en las que está profundamente arraigado, así como los profesionales del sector de la construcción.
Prueba de la difusión de esta técnica es la amplia participación internacional de países en este bien, tales como Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia, España, Suiza.
En España, esta técnica constructiva se desarrolla principalmente en Andalucía, Aragón, Asturias, Cataluña, Extremadura, Galicia, Islas Baleares y Valencia.