América, el continente inesperado. Las tres naves colombinas alcanzan su supuesto destino un 12 de octubre de 1492. Pero lejos de arribar a una isla remota del Mare Orientalis, los españoles se topan con las Antillas y el mar Caribe. Tardarán tiempo en aceptar que quedaba mucho para alcanzar las islas de las especias, pero entre tanto iniciaron la colonización de aquellas tierras, suscitando los recelos de Portugal.
Entre tanto, Castilla y Portugal dirimen sus diferencias respecto a la exploración de los mares y el reparto de un mundo por conocer. Acudirán al papa para que medie en el conflicto y finalmente, sellan su acuerdo en la villa de Tordesillas:
“Que se haga y asigne por el dicho mar océano una raya o línea derecha… de norte a sur… a trescientas setenta leguas de las islas de Cabo Verde para la parte de poniente” Todo cuanto quede al Este de tal demarcación corresponderá a Portugal, mientras Castilla recibe “todo lo otro, así islas como tierra firme halladas y por hallar, descubiertas y por descubrir, que son o fueren halladas… después de pasada la dicha raya, para el poniente o al norte sur de ella”.