En una galería dedicada a mujeres del Trienio Liberal (1820-1823) no podía faltar una breve semblanza de María Josefa Amalia de Sajonia . Convertida en reina de España tras su matrimonio con Fernando VII
en 1819, le tocó vivir de primera mano el paso desde un régimen de corte absolutista a otro liberal y constitucional. Un hecho del que dejó su particular impresión a través de sus escritos.
Al poco de enviudar Fernando VII de Isabel de Braganza , el monarca envió a Fernando de Aguilera Ruiz de Contreras
, marqués de Cerralbo, para concertar un nuevo matrimonio con una princesa perteneciente a la Casa de Sajonia. La elegida fue María Josefa Amalia de Sajonia, y su elección como nueva soberana no respondía a planes políticos concretos, sino al buen recuerdo que quedaba de una de sus antecesoras, Amalia de Sajonia
, con quien el rey Carlos III
había logrado la dicha conyugal y una extensa sucesión. La princesa había recibido una esmerada educación, y si bien compartía con el que había de ser su marido determinados principios políticos y religiosos, los atemperaba con un discurso de racionalidad ilustrada.
Tras la llegada del marqués de Cerralbo a Dresde el día 27 de mayo de 1819, se firmó el tratado matrimonial (2 de julio) y se celebraron los esponsales por poderes el 28 de agosto. Se inició entonces el viaje de la ya reina hacia España que culminó con la entrada en Madrid el día 20 de octubre de 1819. Unos meses después, el 1 de enero de 1820, la reina hubo de vivir los cambios que se precipitaron tras el levantamiento de Rafael del Riego en Cabezas de San Juan.
María Josefa Amalia , si bien no cumplió un papel activo en materia política, no fue ajena a ella y plasmó sus impresiones y opiniones a través de sus escritos. Se conservan varios poemas de la reina que reflejan su pensamiento político y, así, a través de sus versos no dudó en mostrarse crítica con la Constitución de 1812 y el nuevo régimen impuesto a su marido.
De más interés son sus Cartas de la Reina Witinia a su hermana Fernandina , un texto cuya autoría ha generado dudas e interpretaciones diversas; no obstante, por el contenido y por las informaciones en torno a la Familia Real parece que sí salió de la pluma de María Josefa. Por otro lado, la destinataria de aquellas cartas, Fernandina, era María Fernanda de Sajonia, hermana de la soberana y esposa del Gran Duque de la Toscana, Fernando III. Sí que parece plausible que la versión publicada fuera corregida por una mano ajena y aquí entran en discusión diversos candidatos: desde los afrancesados Juan Bautista Arriaza y Grijalva, pasando por la que fue camarera mayor de la reina, Josefa de Contreras, condesa de la Alcudia
.
El interés de estas Cartas no es otro que el relato de los acontecimientos que vivieron durante el Trienio Constitucional . Son interesantes las semblanzas que hace de determinados personajes y que alcanzan a foguras tan relevantes como Fernando VII, los hermanos del rey, o el propio Riego. Aunque el texto se muestra crítico con los liberales, lo cierto es que Witinia no duda en achacar parte de la culpa sobre la situación política de España a los absolutistas.