El arte estaba planificado en Altamira, desde la elección del soporte hasta el resultado final. Representaciones naturalistas de los animales surgían junto a signos diversos, como formas diferenciadas y complementarias al mismo tiempo. Agrupados, combinándose y superponiéndose en el soporte, mezclando varias técnicas como la incisión o el grabado en la roca, con el dibujo y la pintura.