Se trata de un edificio originalmente construido como pequeño museo y vivienda del guarda en las inmediaciones de la cueva de Altamira.
Tras la inauguración del nuevo complejo de edificaciones del museo, la casona de 1924 quedó desocupada y vacía, albergando en uno de los espacios de planta baja los aparatos de control y toma de datos de la cueva. La antigüedad del edificio y su exposición a un clima especialmente lluvioso ha hecho necesario emprender una rehabilitación completa.
Considerando su condición de B.I.C. y la posibilidad de rentabilizar este patrimonio construido y consolidado en la imagen pública del entorno, el I.P.H.E., de acuerdo con la dirección del museo, decidió hacer efectiva su protección asumiendo el compromiso de su rehabilitación, manteniendo el uso como centro de control de las condiciones bioclimáticas de la cueva y dotándola además de unos servicios que permitan dar residencia temporal a personal investigador, que resida fuera de Cantabria y que colabore ocasionalmente con el museo.
Fecha inicio obra: Febrero de 2014 - Fecha finalización obra: Julio de 2016Salto de línea Redacción del Proyecto: SOUSEPRO, S.L. (Arquitecto: ÁNGEL LUIS DE SOUSA SEIBANE)Salto de línea Dirección de obra: MANUEL MARTÍN-RABADÁN CABALLERO y LUIS ARRANZ ALGUERÓSalto de línea Coordinación de Seguridad y Salud: PREVENNOVA SEGURIDAD Y SALUD, S.L.Salto de línea Empresa constructora: TRAGSASalto de línea Inversión: Servicios (56.541 €) + Obra (444.274 €) = Total: 500.815 €Salto de línea Superficie construida: 249,4 m²