En 1620 las cuatro galeras del Principado de Cataluña habían quedado reducidas a dos; de éstas, tan sólo era practicable la galera patrona, que desde julio del año anterior no había sido despalmada (limpieza de los fondos de la embarcación y protección con sebo); la galera capitana no podía salir del muelle, por estar abierta y deshecha. Ante tal situación, el 19 de septiembre de 1620 la Generalitat deliberó la construcción de una nueva galera capitana. El 7 de noviembre fue adjudicada la construcción de la popa de la misma a Simón Pau, de acuerdo a un dibujo que actualmente se conserva encuadernado en el registro de deliberaciones del trienio 1620-23. Según el contrato, la popa debía estar terminada a finales de enero.