En los estertores de la Guerra Civil, y como consecuencia del avance franquista en Cataluña, se produjo el éxodo masivo, entre enero y febrero de 1939, de cerca de medio millón de españoles que, cruzando los Pirineos a Francia, huían de las represalias del bando ganador de la Guerra Civil española. Es lo que se conoce como "Retirada".
El gobierno democrático de Francia, la III República, no los acogió precisamente con los brazos abiertos sino que, aplicando la legislación sobre emigración del gobierno Daladier del año 1938, llevó a cabo una política de internamiento de los refugiados españoles en campos del Midi francés.
Los relatos que nos han legado los compatriotas internados en ellos son unánimes al denominarlos como campos de concentración en sus testimonios, el mismo término que empleaba la documentación administrativa francesa.
El informe “Valière” del Gobierno francés cifró en 440.000 el número de refugiados españoles en el sur de Francia, de los cuales 170.000 eran mujeres, niños y ancianos, 220.000 soldados y militares, 40.000 inválidos y 10.000 heridos.
Las playas fueron el espacio natural utilizado por las autoridades francesas para levantar los primeros emplazamientos: Argèles-sur-Mer, Saint Cyprien y Le Barcarès, en el departamento de Pirineos Orientales, fueron los primeros campos acondicionados para internar a los refugiados españoles.
Ante el hacinamiento en los denominados “campos de arena” se abrieron otros hacia el interior o más alejados de la frontera, como el de Bram (departamento de Aude), el de Agde (Hérault), el de Rivesaltes (Pirineos Orientales), Septfonds (Tarn-et-Garonne), el de Gurs (Bajos Pirineos), entre otros. También hubo campos de castigo o represión como el de Vernet d’Ariege.
Estos campos de refugiados franceses, que concentraron el exilio republicano español de 1939, fueron la antesala de los campos nazis, sin solución de continuidad. Veámoslos más detenidamente:
Las principales opciones que tenían los refugiados españoles para abandonar los campos franceses eran tres:
-La repatriación a España, estimándose que la mitad de ellos regresó a nuestro país.
-La emigración a terceros países, especialmente a Iberoamérica, destacando México, República Dominicana y Argentina, entre otros.
-El encuadramiento, bien alistándose en la Legión Extranjera, o en las Compañías o Grupos de Trabajadores Extranjeros -CTE o GTE- o en los Batallones de Marcha.