Año de inscripción: 1986
Declarada Patrimonio Mundial en 1986, Cáceres posee un centro histórico de gran unidad excepcionalmente bien conservado que ilustra el paso de diversas culturas. Sus orígenes pueden rastrearse hasta la época romana, visigoda, islámica, gótica y renacentista, incluyendo una judería antigua en el actual Barrio de San Antonio. Este conjunto está comprendido dentro de un recinto amurallado de aproximadamente 1200 m. de longitud de origen almohade, a menudo oculto tras edificaciones de época posterior. Se conservan bastantes de sus torres albarranas musulmanas (la de Bujaco, la del Horno, la de Santa Ana, la del Postigo,...), cristianas (como la de Púlpitos, o la reforma realizada en la torre de Bujaco) y de sus accesos (el arco de la Estrella, de Santa Ana y del Cristo).
El interior se caracteriza básicamente por un trazado irregular típico de la época medieval, bajo el que perviviría el primitivo viario ortogonal romano. El resultado es un conjunto de pequeñas calles y plazuelas, entre las que destacan, por su belleza la Calle Ancha, la Cuesta de Aldana, la Calle Pereros y el rincón de la Monja o las plazas de Santa María y de San Mateo. En estos espacios se levantan las bellas fachadas de edificios civiles y religiosos, como el del Palacio de los Golfines de Abajo, la Casa de las Veletas, la Casa del Sol, la Casa Mudéjar o la Torre de los Plata.
El origen de la ciudad se remonta al siglo I a.C. cuando los romanos se asentaron sobre esta meseta cuarcítica y fundan Norba Caesarina. De dicha colonia, de las posteriores ocupaciones del espacio en época visigoda y de fases urbanísticas más recientes, tenemos claros testimonios en el área arqueológica situada en el patio del Palacio de Mayoralgo. La ciudad no volvería a recuperar su importancia estratégica hasta la ocupación árabe. Los almohades reorganizaron el primitivo amurallado de origen romano, para frenar el avance cristiano. Tras la Reconquista y Repoblación, la ciudad conoció un periodo de esplendor durante el cual se construyeron numerosos palacios, iglesias y conventos. Entre los siglos XIV y XV, la ciudad estuvo dominada por el enfrentamiento entre potentes facciones enemigas, lo que dio origen a la construcción de una parte de las numerosas casas fortificadas, palacios y torres con un renacido auge edificatorio a partir del siglo XVI. Dichas edificaciones reúnen las más diversas influencias y estilos arquitectónicos, desde el islámico hasta el gótico del norte de Europa y el Renacimiento italiano. Todo ello convive en un conjunto de inusual armonía, lo que convierte a Cáceres en un ejemplo extraordinario de confluencia de muy diversas culturas.Salto de línea Salto de línea Salto de línea