Santo Domingo en Soriano
Ca. 1655. Salto de línea Óleo sobre lienzo. Salto de línea 470 x 310 cm. Salto de línea Inv. 56. Salto de línea Ubicación: Escalera de HonorSalto de línea Procedencia: Pintado en 1653-1656 para la Capilla de Fernando Ruiz Contreras, Marqués de la Lapilla, del madrileño convento de Santo Tomás, conocido popularmente como Colegio de Atocha. En 1872 fue heredado por el Marqués de Cerralbo, patrono de dicha Capilla tras el incendio de esta.
Bibliografía: NAVASCUES, P. DE / CONDE DE BEROLDINGEN, C.: El legado de un mecenas. Pintura española del Museo Marqués de Cerralbo. P. 118.
La fama del vallisoletano Antonio de Pereda se inició en 1657, cuando su contemporáneo Díaz del Valle, amigo y primer biógrafo del artista, lo elogiara.
La obra fue pintada entre 1653 y 1656 para la Capilla de don Fernando Ruiz de Contreras, Marqués de la Lapilla, del madrileño convento de Santo Tomás, conocido popularmente como Colegio de Atocha. El patronato de la Capilla de Santo Domingo Soriano había recaído en la casa del Marqués de Cerralbo y, a consecuencia del incendio que se produjo en 1872, don Enrique de Aguilera y Gamboa, se vio en posesión inesperadamente hereditaria del gran cuadro de Pereda y de dos grandes lienzos de Herrera el Mozo, que hoy también forman parte de la colección.
La iconografía de la obra procede de una tradición según la cual en un convento de dominicos en la ciudad de Soriano (Calabria) había un fraile sacristán que tenía muchos deseos de conocer a Santo Domingo; un día se le apareció la Virgen y le llevó un cuadro en que estaba pintado el santo. Este cuadro, pintado en 1530, se conserva en el convento de Soriano (Italia) Pereda representa el momento en que la Virgen entrega el cuadro al fraile de Soriano, en el interior de una iglesia gótica del siglo XV, con una gran pintura en el altar mayor que representa la Asunción. Esta pintura sorprende por el carácter más barroco, suelto y dinámico de la composición.
En la obra Pereda muestra gran madurez y dominio de todos los recursos. Los personajes principales se yerguen con monumentalidad y las tonalidades son suaves y calientes, destacando el tornasolado de la túnica de María Magdalena situada a la izquierda de la composición.
Este colosal cuadro, cuya ejecución es coetánea de Las Meninas de Velázquez, se halla ubicado en la actualidad en la Escalera de Honor del Palacio-Museo Cerralbo. Tan sólo se ha descolgado en casos extraordinarios y por motivos de seguridad, como durante la Guerra Civil española o para su restauración.