Revestido de sedas de Lyon, paneles de ágata y mármol, estucos y numerosos espejos venecianos en los que se reflejan las alegorías de la danza y la música, pintadas al óleo por Máximo Juderías Caballero. Preside la sala un monumental reloj misterioso francés, fabricado por el relojero francés Farçot y coronado por un escultura de bronce plateado fundida por Barbedienne.