De manera paralela al auge de las grandes productoras y del “Star System” (sistema de contratación de actores en exclusividad y a largo plazo utilizado por los estudios para asegurarse el éxito de sus películas) muchos cineastas investigaron en las posibilidades del cine como manifestación artística. Bajo la influencia de las vanguardias dejaron de lado el lenguaje narrativo clásico, llevando al extremo los recursos técnicos y estéticos que ofrecía el cine para la expresión artística.
El gabinete del doctor Caligari por Robert Wiene. (1920)
La industria cinematográfica en Alemania vivió en las primeras décadas del silgo XX un importante desarrollo como consecuencia de la prohibición de importación de películas extranjeras. El gobierno alemán crea entonces la UFA (Universum Film AG, el estudio cinematográfico más importante de Alemania) que significará un apoyo en la producción de directores influidos por el expresionismo y que veían en el cine un medio más para expresar subjetivamente la naturaleza humana. “El Gabinete del doctor Caligari” de Wiene es considerada la primera película plenamente expresionista, con su atmósfera asfixiante creada gracias a su estética fantástica y el uso de la iluminación.
Häxan (La brujería a través de los tiempos) por Benjamin Christensen. (1922)
Esta película, si bien fue prohibida o censurada en un gran número de países, recibió los elogios de la crítica por su estética, convirtiéndose en película de culto para los surrealistas. Christensen, tras estudiar bajo el prisma de la ciencia de su época el “Malleus maleficarum”, un tratado de la Inquisición del siglo XV, concibe esta película como un falso documental en el que trazar una historia de la brujería, relacionando el miedo y la superstición hacia las brujas de la edad media con la enfermedad mental y los trastornos psicológicos.
La roue (La rueda) por Abel Gance. (1923)
Abel Gance se apoya en el mito de Sísifo y en la metáfora de la rueda para narrar una historia de amor imposible en la que despliega sus ideales sobre el cine. El director experimentó al máximo los recursos estilísticos y narrativos que ofrecía el cine para profundizar en el interior de los protagonistas. Para ello se sirve tanto de recursos estilísticos o técnicos, como el uso del color o la fotografía, hasta recursos propiamente narrativos, sembrando el film con diversas referencias mitológicas y filosóficas.
Entr'acte (Entreacto) por René Clair. (1924)
En 1924 Francis Picabia encarga al cineasta René Clair una película para el entreacto de la producción Relâche del Ballet Suédois. Picabia buscaba una proyección que no dejase indiferente al público. Para ellos, Clair, contó con la colaboración de artistas como Duchamp o Man Ray dando como resultado un film dadaísta que destruye completamente el cine narrativo del momento con una técnica que ellos mismos denominarían “instantanéisme”.
Kino-Glaz. (Cine-ojo, la vida al imprevisto) por Dziga Vértov. (1924)
El cine soviético se basó en la máxima “un cine revolucionario para la revolución” y dentro de las investigaciones y experimentaciones destacan las del cineasta Dziga Vértov creador de la teoría del Cine-Ojo. Con ella Vèrtov quería alcanzar una objetividad integral a través de “la inhumana imposibilidad de la pupila de cristal de la cámara.” En Kino-Glaz expone sus idearios, la búsqueda de la objetividad rechazando guión, decorados y actores profesionales, apoyándose únicamente en el montaje para dar forma esta realidad.
Kurutta Ippēji (Una página de locura) por Teinosuke Kinugasa. (1926)
Esta película, perdida durante más de cuarenta años, se enmarca dentro de la corriente Shinkankakuha, o Escuela de las Nuevas Percepciones, un movimiento de artistas japoneses que intentaron superar las representaciones naturalistas. Apoyándose en su hilo argumental, la historia de un hombre que trabaja como conserje en el sanatorio mental donde está ingresada su esposa, Kinugasa experimenta con la imagen, el movimiento y la luz de tal manera que traslada al espectador al mundo de la locura, cayendo junto con el protagonista en una espiral de demencia.