La pintura de los siglos XV al XIX, con obras como San Francisco de El Greco
, Retrato de caballero de Tintoretto
, La Inmaculada de Zurbarán
, Puercoespines y víboras de Snyders
, Escena de caza de Paul de Voos o los bodegones de Van der Hamen, Espinosa y Meléndez, se exhibe junto a bustos de emperadores romanos y otras esculturas
en perfecto diálogo con el mobiliario propio de una residencia palaciega.
Constituye todo ello un variopinto y abigarrado conjunto distribuido por habitaciones de diario y salones de aparato, como el fumoir o el salón de billar para las tertulias y la diversión de los caballeros, el gabinete de confianza en donde las señoras de la casa recibían a sus íntimas, el gran comedor, marco de cenas y espléndidos bufets o el salón de baile decorado con escenas alusivas a la danza por el academicista Juderías Caballero.
Cuenta además con una variada representación de armas y armaduras que informan del noble pasado de los antiguos propietarios de la Casa, una erudita biblioteca y un monetario compuesto por cerca de veinticinco mil piezas.
El museo Cerralbo es, en fin, una muestra de los muchos palacios que se existieron en Madrid en el último tercio del siglo XIX, de los que hoy quedan muy pocos ejemplos y prácticamente el único en toda la ciudad que conserva la decoración interior original.