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Fines del siglo XVI – primer tercio del XVII.Salto de línea Maderas, marfil, cobre, bronce y hierro.Salto de línea 21,6 x 41 x 32 cm.Salto de línea India portuguesa (Goa) y arte namban (de los bárbaros del sur de Europa).Salto de línea Inv. 1537.Salto de línea Ubicación: Galeria III

Bibliografía: TABAR ANITUA, Fernando: Lujo asiático. Artes de extremo oriente y chinerías en el Museo Cerralbo. Ministerio de Cultura, Madrid 2004.Pp.216-217.Salto de línea Catalogación: Fernando Tabar Anitua.

La arquilla está formada por arriba, en los lados y en el interior de la tapa, con tablas de madera de nogal (?), embutidas con decoraciones geométricas continuas de teca, ébano y marfil. Forman círculos secantes que encierran estrellas de ocho puntas y están enmarcadas con listones de teca.

Pese a su refinada ornamentación, la arquilla está construida de forma elemental, con las tablas a inglete, sin colas de milano. En las esquinas tiene cantoneras japonesas de cobre repujado con flores de cerezo y crisantemo, que conservan restos de dorado.

Interiormente tuvo en origen dos repisas, una superior con siete o más compartimentos, tres pequeños a cada lado, a juzgar por las ranuras donde se insertaban las tablas divisorias en los lados internos. Serviría para disponer los útiles de escribir, tintero, plumas, arenero, lacre, y se accedería a ella por medio de la tapa superior abatible, con cerradura de hierro que parece posterior y está provista de bocallaves de bronce dorado en forma de escudete o espejo convexo y circular, enmarcado con aletones laterales calados y remate en venera.

En la repisa inferior se guardaría el papel, accesible a través de trampilla hoy fija y con tirador de bronce dorado. En los costados hay pares de orificios indicativos de que tuvo otros pies antes.

Se trata de un objeto evocador de la colonización portuguesa de ultramar. Es resultado del mestizaje artístico entre la cultura occidental, en la forma y en los accesorios de bronce dorado, la hindú en la decoración y la realización de carpintería y marquetería, y la japonesa en las cantoneras de cobre dorado. Éstas indican que el objeto viajó de la India a Japón, y probablemente después fue completado con los bronces en Portugal o en España, donde debieron llegar tempranamente objetos de arte luso-indio.

Idéntica decoración presenta un atril conservado en el convento lisboeta de franciscanas del Santo Crucifixo (AA.VV., De Goa a Lisboa, 1992, núm. 55, pp. 116 y 117) También una cajonera del siglo XIX, que copia originales del XVII, en el Museo Franz Mayer de México, D. F. (AA.VV. El galeón de Manila, 2000, núm. 39, pp. 136 y 137).

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