Vivir consiste en construir futuros recuerdos.Salto de línea Ernesto Sábato, El túnel, 1948.
Poco a poco, nuestras miradas (y nuestros cuerpos) pudieron llegar un poco más allá de lo que dejaban ver nuestras ventanas al mundo para comprobar que, en nuestros paisajes habituales e incluso esferas privadas o laborales, se han introducido nuevos objetos y hábitos de un modo que hace apenas unos meses no habríamos podido ni imaginar. Algunos probablemente estén condenados a llevar una vida efímera -así lo esperamos- pero otros parece que van a permanecer un tiempo en nuestras vidas.
Como todo el mundo, esperábamos con expectación y un poco de ansiedad la “desescalada” y la llegada de la “nueva normalidad” a nuestras calles y no queríamos perdernos ese momento. Por eso, decidimos “seguiros” durante los primeros "paseos" que llevamos a cabo tras el confinamiento, reglados por franjas horarias, edades y actividades; con ocasión de las primeras visitas, por fin después de tanto tiempo, a nuestros familiares y amigos en sus viviendas particulares, cómo no, con la presencia siempre constante de nuestros "nuevos acompañantes" como siguen siendo las mascarillas o los botecitos de gel hidroalcohólico; al entrar de nuevo en los transportes, parques y edificios públicos, incluidos los museos; al volver a sentarnos en una terraza a tomar un refrigerio o empezar a entrar en algunos negocios, eso sí, respetando aforos y turnos de entrada; por último, al traspasar por primera vez fronteras que fueron menos invisibles que nunca y que nos abrieron paisajes repensados, diferentes a las últimas veces que habíamos visitado esos mismos lugares.
A través de vuestros ojos, pudimos palpar la tensión emocional que también acompañó a estas transiciones, unas veces en forma de júbilo o creatividad, otras traducida en agitamiento social, protestas y enfrentamientos de corte ideológico y político. Mucha gente ha sentido que la salida de la crisis ofrecía también una oportunidad para participar de forma activa en la remodelación del mundo que conocemos, defendiendo valores que consideraba amenazados o derechos conculcados, en contra de las decisiones gubernamentales de recortar la libertad o la forma de gestionar la crisis pero también contra el racismo a través del movimiento Black Lives Matter, entre otras motivaciones. También pudimos comprobar cómo algunas profesiones precarias se habían hecho mucho más presentes, como los repartidores de comida y compras online a domicilio, y cómo empezaban a manifestarse los primeros síntomas de la compañera fiel de todas las crisis sanitarias, la crisis económica, que empieza a golpear a los grupos sociales más desfavorecidos, a quienes viven en los márgenes de una sociedad que en muchas ocasiones es manifiestamente injusta.
Para ilustrar todo ello, para proveernos de documentos gráficos, os pedimos ayuda una vez más. Y respondisteis. Las fotografías de la galería que adjuntamos son testigos de esa nueva realidad que se abrió ante nuestros ojos una vez pudimos salir a la calle con asiduidad.
Tras captar esa adaptación a los tiempos de la "nueva realidad" hemos querido seguir subiendo fotografías para documentar como nos hemos ido adaptando a ella. Esperamos, eso sí, que en un tiempo no demasiado lejano debamos cerrar la galería debido a que estos "tiempos pandémicos" hayan quedado definitivamente atrás.