El yacimiento de San Ferreol, localizado al sur del puerto de San Pedro del Pinatar, se encuentra próximo a una barra rocosa que discurre paralela a las playas a lo largo de toda la Manga del Mar Menor.
El pecio se localizó el 18 de octubre 1976, festividad de “San Ferreol” motivo por el que recibió tal denominación. Se descubrió en el marco las investigaciones dirigidas por D. Julio Mas García en el Polígono Submarino de Cabo de Palos (Mas, J. 1985 a). Entre 1979 y 1983, fue objeto de excavaciones dirigidas por D. Julio Mas en colaboración y con la participación de los primeros arqueólogos subacuáticos las universidades Autónoma de Madrid y de Murcia (Mas, 1985 b). En 2009 se volvió al yacimiento, en el marco del proyecto de actualización de la Carta Arqueológica Subacuática de la CARM, con el doble objetivo de localizar el enclave con GPS y valorar su estado de conservación (Castillo y Miñano, 2012).
Se trata de un yacimiento época romana republicana ubicado a poca profundidad, lo que hace que el material se encuentre muy disperso por la acción del oleaje y explica que no se haya conservado la madera del barco. La variedad del cargamento documentado hace pensar que se trata de un barco de redistribución, encuadrado en la órbita del puerto de Cartagena.
El cargamento principal, muy variado, comprende ánforas vinarias itálicas y de otras procedencias como ánforas rodias del Egeo y de la Betica, acompañadas por un excepcional conjunto de vajilla de barniz negro. Algunas de las ánforas conservan su sistema de cierre intacto: un tapón superior de argamasa de cal y arena sellado (puzzolana) y un tapón inferior de cerámica o corcho. El conjunto de cerámica calena tardía de San Ferreol es uno de los más importantes localizados en el sureste peninsular, por su abundancia, la variedad de las formas y el magnífico estado de conservación de la mayoría de ellas (Pérez Ballester, 2007). Aunque al principio este conjunto se dató entre los años 40-20 a.C. (Mas, 1985b), recientemente una revisión de pecios con cerámica calena de barniz negro lo data entre los años 50-40 a.C. (Ribera 2001).
Aparte del cargamento principal, se han documentado en este pecio otros materiales cerámicos de cocina y mesa: cazuelas, ollas, jarras, cuencos, platos de engobe rojo pompeyano; lucernas, ungüentarios y vasos de paredes finas (Catálogo Arqua, 2008, ficha 44). A ellos se suma un lote de elementos lujosos o excepcionales: un conjunto de esferas de azurita, pigmento mineral de color azul (Lapis armenius); un cuenco de vidrio tipo millefiori o vidrio multicolor hecho a base de pasta vítrea de diferentes tonalidades, amarillo, verde, azul, blanco; un estuche y aplicador de hueso, un peine de madera decorado y una placa de pizarra posiblemente usados para el cuidado personal; y un excepcional estuche fabricado en madera, marfil y hueso, con tres tapaderas, bisagras y dos pequeños contenedores que fue interpretado inicialmente como un posible estuche usado por un médico.