El día que se inaugura la biblioteca del barrio, Natalia se siente la niña más feliz del mundo. ¡A ella le encantan los libros! Después de recorrer pasillos y estanterías, encuentra uno antiguo de estampas japonesas que llama poderosamente su atención, así que decide sacarlo en préstamo para disfrutar de él en casa con toda tranquilidad. Pero lo que Natalia no imagina es que va a tener de todo menos tranquilidad: ¡ese libro va a poner su casa patas arriba...!