El objetivo de la conservación en el Museo es preservar la integridad física de las colecciones. Para ello trabajamos siguiendo los principios de la conservación preventiva, que se encuentra plenamente integrada en el funcionamiento del Museo, con el fin de minimizar los riesgos a los que las piezas están expuestas en su vida diaria dentro de nuestra institución y en exposiciones temporales fuera de él.
Cuidamos las condiciones de las colecciones en los almacenes y en las salas y extremamos las precauciones en las operaciones de embalaje y traslado de los objetos, incorporando siempre criterios de sostenibilidad, tanto en consumo energético como en la reutilización de materiales.
En el laboratorio de restauración se llevan a cabo las intervenciones de restauración necesarias para detener un proceso de deterioro activo que comprometa la conservación de la obra o para poner en valor objetos que necesitan recuperar parte de su identidad perdida, siempre respetando el principio de intervención mínima.