Alquimia

El pasatiempos. La torre filosofal del Escorial, J. Lhermite

El pasatiempos. La torre filosofal del Escorial. Jehan Lhermite, 1587-1602.

Felipe II concibió El Escorial como un lugar de retiro y meditación, como un escenario del saber y como una fuente secreta de dominio sobre las fuerzas de la Tierra, siguiendo la atracción de los melancólicos por los enigmas del universo. De ahí su pasión por la alquimia, esa práctica precientífica que buscaba descifrar lo que de invisible poseen las entrañas de la Tierra. Sus procesos tienen algo de génesis, de «creación del mundo», pues representa la ambición de un saber que abarca la totalidad del conocimiento, «torturando» a la naturaleza a través de experimentos y artefactos hasta obligarla a entregar sus secretos. La alquimia forma parte de una serie analógica, que abarca melancolía-tierra-Saturno-alquimia.Salto de línea Entre los elementos de la oficina alquímica del Escorial destaca esta torre filosofal, un gran artilugio de cobre, que conocemos gracias al dibujo de Jehan Lhermite, un gentilhombre flamenco que visitó la corte. Era el mayor alambique europeo y destilaba centenares de libras de agua ininterrumpidamente.

Subir

Esta web utiliza cookies propias para facilitar la navegación y cookies de terceros para obtener estadísticas de uso y satisfacción.

Puede obtener más información en el apartado "Cookies" de nuestro aviso legal.

AceptarRechazar