Esta exposición explora el «alma pagana» de Alonso Berruguete (1490-1561), su personal amalgama entre el arte cristiano y la sensualidad de la estatuaria clásica.
Siendo joven, entre 1506 y 1518, el primer escultor del Renacimiento español realizó una larga y fructífera estancia en Italia. Convivió, en Florencia y en Roma, con Miguel Ángel, Rafael o Bramante y se contagió de su euforia por los ideales antiguos y de su manera de ver el arte, participando de ese feliz diálogo entre mitos paganos y devociones cristianas que nutrió el Humanismo europeo.Salto de línea Sarcófagos, ruinas y estatuas encendieron su fantasía. Y, en especial, el poderoso grupo del Laocoonte. La exasperación psíquica, la danza de los cuerpos en el espacio o el virtuosismo anatómico del mármol helenístico inspirarán sus patriarcas bíblicos o sus escenas de lamento ante el sepulcro.Salto de línea
El Museo Nacional de Escultura, perteneciente a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, organiza esta exposición, que ha contado con el patrocinio del Centro de Estudios Europa Hispánica, la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Escultura, el Ayuntamiento de Valladolid, la Diputación de Palencia y las empresas Prosol Productos Solubles y Europac Group.
¿Te apetece un paseo por la exposición?