«Mi vida es un largo viaje», escribió el Emperador poco antes de morir. El monarca viajó de forma infatigable por todos los rincones de su imperio y no había una posesión o un reino más favorito que otro: la corte estaba donde estuviera el Rey. En total efectuó 40 grandes viajes y 21 travesías marítimas, y el primero de ellos fue para visitar Valladolid en 1517. Esta idea ha impulsado al Museo a rendir homenaje al monarca cuando se cumplen 500 años de su estancia en la ciudad, dedicándole las paredes del nuevo espacio expositivo habilitado en el corazón del Colegio de San Gregorio, donde el visitante podrá contemplar piezas que se encuentran habitualmente en el almacén o atender a nuevos diálogos entre aquellas que ya están en el recorrido habitual.