Esta exposición revela la fuerte personalidad que manifestó la escultura alemana en torno a 1500. Conocido como el "tiempo de Durero", este período fue también la Edad de oro de la escultura, en la que maestros como Erasmus Grasser, Veit Stoss, Tilman Riemenschneider, Hans Thoman o Hans Leinberger encarnan en sus tallas y relieves el ardor creativo con que se despidió la civilización gótica.
Sus formas delicadas y llameantes, su vehemencia expresiva, la plasticidad que aporta la madera de tilo distinguen a estas obras. Son la llamarada final de la escultura religiosa en gran parte de esa región europea, pues cuando, hacia 1520, el luteranismo declaró su hostilidad a las imágenes, este arte desapareció de las iglesias. Expresan, pues, el momento de incertidumbre espiritual que reina a fines del Medievo en tierras alemanas.
A su belleza y singularidad, este conjunto añade el atractivo de proceder de uno de los museos de escultura más ricos y antiguos de Europa, el Bode Museum de Berlín. Su presentación en el Museo Nacional de Escultura ofrece una excepcional ocasión de conocer este rico patrimonio.
¿Te apetece un paseo por la exposición?
Descarga del dossier de prensa e imágenes