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El edificio

El 11 de noviembre de 1776, el arquitecto Manuel Rodríguez presentó, en el Ayuntamiento de Madrid, la solicitud de licencia para edificar un palacio en la calle San Mateo, en un terreno propiedad del marqués de Matallana, cuyas obras finalizaron en 1779. Diseñado en estilo neoclásico, cuenta con dos fachadas de marcada simetría y escasa decoración, limitándose ésta a las molduras de granito que rodean los vanos. La distribución interior se dispuso en torno a tres patios, permitiendo una abundante iluminación.

A finales del siglo XVIII, el palacio pasó a los condes de la Puebla del Maestre, quienes lo habitaron por varias generaciones hasta 1915. Con esta familia se introducen algunas renovaciones estéticas y se dota de una mayor ornamentación a la fachada principal, cuyo balcón central incorporó el escudo nobiliario familiar.

El 21 de junio de 1921, Vega Inclán instaló la Comisaría Regia de Turismo en el palacio. En 1927 el Estado lo adquirió, como sede definitiva del Museo Romántico, que se había inaugurado en 1924.

El Museo ha pasado por diferentes fases de rehabilitación y restauración. En 1944 se acometió una restauración que afectó a la fachada, crujía de la calle Beneficencia, escalera y decoración de las salas, así como el arreglo de los pasillos y del pequeño jardín. Desde este año, la exposición permanente no ha sufrido apenas cambios hasta la actualidad. Posteriormente, en el año 1996, se terminó otra fase de restauración, que afectó especialmente a los espacios bajo cubierta y a la planta baja.

En esta última fase de rehabilitación –bajo la dirección del arquitecto Ginés Sánchez Hevia – se ha intervenido en algunas zonas de la planta baja, como los patios y el vestíbulo, se han ganado espacios para almacenes y vestuarios y, especialmente, se ha realizado el proyecto museográfico de las salas de la exposición permanente.

Con el nuevo plan museológico se ha llevado a cabo toda una operación de remodelación de los itinerarios internos y de racionalización de los servicios, labor que ha estado siempre inspirada por miras de carácter crítico y divulgativo y por una cierta ambición cosmopolita de la que antes carecía el Museo. En su nueva calidad de Museo Nacional, queremos que sea un referente cultural de primer orden, emparejado con otras casas museo europeas de similares características.

Salto de línea Para saber más:

Monleón, P. y Fernández Hoyos, C., “El edificio del Museo Romántico de Madrid”, Revista del Museo Romántico, número 1, 1998, pp. 81-107. PDFSalto de línea

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