Osario con forma de caja prismática ligeramente troncopiramidal, siendo más estrecha en la base que en la boca. La tapa es convexa en su cara exterior y con dos rebajes en sus lados menores, labrados en forma de huso a modo de asas o agarraderas para facilitar la manipulación de la misma. Presenta decoración geométrica incisa en la cara frontal.
La piedra se presentaba pulverulenta en toda su superficie debido a la disgregación del material. El interior estaba ennegrecido, con restos de polvo, tierra y huesos (que se conservarán en una bolsa tras la restauración). La tapa estaba rota en tres fragmentos, con restos de adhesivo en las juntas. Presenta pérdidas de soporte y de la decoración debido a golpes y roces diseminados. El más llamativo es en el tercio izquierdo del frente (en apariencia bastante reciente y causado por una raspadura desde el borde superior hasta media altura, produciendo dos raspones verticales y pérdida de soporte en el ángulo del borde).
Limpieza física del material pétreo mediante cepillado y aspiración puntual, con ayuda de humectación previa con alcohol aplicado por aspersión para endurecer la superficie de la piedra y evitar pérdidas de material. El conjunto fue consolidado por inmersión para la tapa e impregnación para la urna.
La unión de los fragmentos de la tapa se realizó con seis espigas de resina epoxídica y fibra de vidrio adheridas con resina epoxi, reforzando las uniones con mortero de reintegración a bajo nivel.
Intervención realizada por In Situ en 2005