Traje en filigrana de seda y terciopelo,1862.
Hasta bien entrado el siglo XIX , 1870 en que se reconoce el traje popular, se sigue manteniendo el estilo de los vestidos que llamamos goyescos como estereotipo de lo más español frente a la moda internacional.
Este vestido fue hecho para la Infanta Isabel de Borbón conocida popularmente como "La Chata" en 1862. De ese momento histórico hay excelentes retratos como el de Angela Pérez de Barradas y Fernández pintado por Federico de Madrazo en 1854. El traje fue regalado a la Reina Isabel II para su hija la Infanta Isabel por la municipalidad de Sevilla durante el viaje real a las provincias andaluzas. El cronista del viaje lo describe así: "El traje de la Infanta, igual al del Príncipe, se componia de chupa y chaleco y faja y ademas enagua de morantin blanco, bordada con cordon azul prusia, con alamares de seda y oro; de cuatro pares de medias de seda, tejidas en Sevilla, dos pares de zapatos de raso, pañuelos y sombrero de maja". Según la crónica del viaje, el sombrero fue elaborado por el sombrerero Manuel Casaus. (Tubino, Francisco María: La Corte en Sevilla. Crónica del viaje de SS.MM. y AA.RR. á las provincias andaluzas en 1862, Sevilla, Imprenta de La Andalucía, 1862). El Príncipe de Asturias y la Infanta Isabel aparecen luciendo sus trajes sevillanos en sendas litografías incluidas en la crónica de Tubino. Además, los vistieron para entrar en la ciudad. Como las otras litografías de retratos reales que aparecen en la Crónica, la imagen de la Infanta Isabel vistiendo su trajecito sevillano está basada en una fotografía de Ortiz, y se debe al taller madrileño del grabador Julio Donon.
Inventario: MT-001246-50, MT-001245A y MT-001251