Datación: 1991 (anterior a)
Contexto Cultural: Estilo Noreste del Amazonas.
Procedencia: Alto Orinoco (Venezuela, América del Sur)
Materia: Madera
Técnica: Tallado
Dimensiones: Altura = 2,20 cm; Longitud = 17 cm; Anchura = 12,20 cm
Nº Inventario: MAM 1991/06/07, 1991/06/09, 1991/06/10 y 1991/06/11
Los chamanes de algunos grupos indígenas venezolanos inhalan sustancias alucinógenas en sus ceremonias rituales. Cada chamán tiene su propia manera de obtenerlas y en la preparación pone de manifiesto su amplio conocimiento botánico. Han sido descritos para los grupos indígenas venezolanos dos tipos de utensilios para inhalar el yopo. El primero, utilizado entre los Hiwi (Guahibo), Yabarana, y De´áruwa (Piaroa), consiste en un inhalador en forma de "Y" que es utilizado por el chamán de forma individual; el segundo, más común entre los Yanomami, consta de un tubo largo y delgado, uno de cuyos extremos se introduce en la fosa nasal del receptor mientras que la sustancia es insuflada por otra persona desde el otro extremo, alternándose en el uso. Para la preparación y consumo de alucinógenos utilizan, además de inhaladores, morteros de madera, manos de moler, estuches de caracol, peines utilizados durante el ritual para alejar los malos espíritus, plumas largas de paují (Crax alector) para mantener limpios los canales del inhalador y brochas semejantes a este ejemplar. Este conjunto era utilizado por los waica para la preparación y consumo de sustancias alucinógenas.
El Inhalador en forma de "Y" está compuesto por un tubo de hueso que se une a dos cánulas realizadas con huesos largos de ave, rematadas con semillas esféricas. La conexión entre ambas partes ha sido asegurada con un adhesivo y cuerdas de fibra vegetal. El primer tipo de inhalador, al que corresponde este ejemplar, se guarda en una pequeña cesta o "petaca", junto con el yopo y los utensilios destinados a su consumo. Entre estos últimos figuran un mortero de madera, una mano de moler, la brocha para agrupar el polvo alucinógeno en el centro del plato, un estuche de caracol, un peine utilizado durante el ritual para alejar los malos espíritus y una pluma larga de paují (Crax alector) con la que mantienen limpios los canales del inhalador. Las semillas esféricas sirven para asegurar los extremos dentro de las fosas nasales y la sujeción entre las cánulas permite ajustar la distancia entre ambos tubos.
La brocha sirve para agrupar el polvo de yopo en el centro del mortero una vez machacada la porción que se desea utilizar y facilitar así su consumo con un inhalador en forma de "Y", por parte de los chamanes. En la elaboración de estas piezas suelen utilizarse cerdas de pecarí (Tayasu o Pecari spp.) y sustancias adhesivas como la resina peramán (Symphonia globulífera L.) o la cera de abejas. La brocha está fabricada con un manojo de cerdas unidas por un extremo con adhesivo y recortadas por el opuesto a fin de emparejar las puntas dejándolas a la misma longitud.
En el plato se trituraban los granos de yopo hasta convertirlos en polvo con la ayuda de un machacador o mano de mortero, para posteriormente ser inhalados por medio de un inhalador de doble cámara. La mano de mortero es de forma trapezoidal y sección rectangular.
En la Amazonía existe una gran diversidad de plantas alucinógenas, cuyo consumo por parte de las distintas comunidades tenía como finalidad comunicarse con los espíritus. El procesado y elaboración de estas sustancias variaba según los distintos grupos.