Seguro que todos recordamos la escena en la que Indiana Jones huye, con el ídolo de oro en brazos, perseguido por una gran esfera de piedra rodante... Pues, aunque más de uno pudiéramos creer que se trata de una invención de Spielberg, sí que existen estos objetos en las culturas americanas, aunque hacerlas rodar por el templo para aplastar a Indiana Jones, no es más que una licencia cinematográfica, lo mismo que ubicarlas en la selva sudamericana.
Rocas gigantes talladas pueden encontrarse en diferentes culturas y en diversas partes del mundo. Algunas culturas americanas prehispánicas produjeron esferas gigantes, tan redondas como esta de la película. En concerto, se pueden encontrar en Costa Rica, ubicadas en el delta del Diquís, donde se llegaron a tallar piedras esféricas que pesan más de 16 toneladas…
Lo cierto es que resulta difícil explicar qué hacen allí estos objetos redondos de piedra, o para qué servían… Son bastante numerosos, están muy bien acabados, y además se encuentran alineados en figuras geométricas. ¡¡¡ Aún queda tanto por investigar en la arqueología de América precolombina…¡¡¡¡
Salto de línea Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana..... parece que también existieron los mayas...
Así comienza, al menos en lo que respecta a la primera parte, la película de “La guerra de las Galaxias. Una nueva esperanza” (1977). En ella, Georges Lucas recrea la base de la Alianza Rebelde en una de las lunas del planeta Yavin, a la que denomina Yavin 4. El hábitat de este satélite es selvático pero se aprecia con claridad cómo desde la torre de vigilancia de la base rebelde se distinguen unas construcciones que se elevan sobre las copas de los árboles.
Seguro que este paisaje ya te resultaba conocido. Efectivamente, está rodado en la ciudad maya de Tikal, en el norte de la actual Guatemala, hoy cubierta por la selva húmeda de la región del Petén.
Se trata de una de las mayores ciudades del período clásico maya, con templos escalonados que se elevan más de 70 metros de altura. Destacan diversos conjuntos arquitectónicos, como templos, palacios, plazas públicas. En esta imagen vemos cómo la parte superior de las pirámides, en donde se ubicaban los templos, sobresalen entre los árboles, en la misma posición que en el fotograma de la película de la Guerra de las Galaxias, por lo que habremos tomado esta foto desde la misma pirámide que se rodó la escena o un punto cercano.
Tikal está includo en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y su parque se integra en la Reserva de la Biosfera Maya.
Aaayyy Indiana..... Ya comentamos cómo, en la primera entrega de la saga, el Dr. Jones encontraba la representación en oro de un ídolo azteca -falso por otro lado- en el interior de un templo ubicado en plena selva sudamericana. En la última película de este intrépido aventurero, se vuelven a mostrar estas vinculaciones... ¡¡El Dr. Jones está empeñado en encontrar mexicas en las selvas de Sudamérica...!!
Si os fijáis en esta otra imagen de la película "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal", en la que el arqueólogo y su hijo entran en el templo supuestamente en la región amazónica peruana, podéis distinguir dos gigantescas esculturas de piedra que representan unas cabezas de serpientes…
Seguro que estas esculturas os resultan familiares... En realidad son copias de las que adornan un edificio en Teotihuacán -ciudad de los dioses ubicada en el altiplano mexicano-. El edificio, conocido como “pirámide de la serpiente emplumada” o "templo de Quetzalcoatl" fue construido en el siglo II d.C., es de planta rectangular y cuenta con 7 cuerpos que se superponen en forma escalonada. Las cabezas de serpientes sobresalen de las cuatro fachadas y representan a Quetzalcoatl, una divinidad fundamental para todo el ámbito mesoamericano.
El nombre de Quetzalcoatl combina dos palabras, "quetzal" plumas o ave de vistoso plumaje, símbolo de algunos países centroamericanos, y "coatl" o serpiente en náhuatl, de ahí uno de los sobrenombres por los que se le conoce: "serpiente emplumada". Pero, a esta divinidad también se la denomina Estrella Matutina, dios del Amanecer, Dios del Viento (en su advocación de Ehécatl)...
Esta es la descripción de Quetzalcoatl, precisamente como Ehécatl, en el Códice Tudela que conserva el Museo de América en Madrid:
"Esta figura es de un demonioSalto de línea llamado quetzatl couatlSalto de línea que quiere decir culebra hecha de plumaSalto de línea a este tenían los yndios por dios del ayreSalto de línea y pintanle los yndios la media cara de laSalto de línea nariz abaxo de palo como vna trompaSalto de línea por do soplava el ayre..."
Códice Tudela, Fol. 42r.
En la pirámide de Teotihuacán, la representación de la serpiente, rematada en estas cabezas esculpidas en bulto redondo, se acompañan de otros relieves que se habían venido interpretando como máscaras de Tláloc, dios de la lluvia. Sin embargo, parece que se trata de tocados que la serpiente emplumada cargaba sobre su cuerpo y que cuentan con toda una interpretación iconográfica bien interesante...
Basada en otro mito también falso… lo sentimos… las famosas calaveras de cristal de roca tampoco son esculturas precolombinas… La última aventura de Indiana está probablemente inspirada en los mitos surgidos alrededor de cráneos o calaveras de cristal de roca, supuestamente aztecas y mayas. La más antigua de estas esculturas es la que se conserva en el Museo Británico, aunque la más conocida es otra que tiene nombre propio: el Cráneo del Destino. Esta famosa escultura de cuarzo de un cráneo fue supuestamente encontrada en 1924 por la hija adolescente del explorador británico F.A. Mitchel-Hedges en una pirámide maya en Lubaantún, Belice, en el transcurso de unas excavaciones arqueológicas.
Pero… Todas las calaveras de cuarzo que se han estudiado, incluido el Cráneo del Destino… fueron realizadas entre los siglos XIX y XX con tornos de joyero, pulido al diamante y técnicas modernas… A pesar de haberse demostrado la imposibilidad de fabricación en tiempos precolombinos, los más entregados siguen buscando explicaciones al uso de estas herramientas y técnicas modernas: extraterrestes, la Atlántida…y atribuyéndoles propiedades mágicas o sobrenaturales.
De todas formas, si te has quedado con ganas de ver cráneos precolombinos auténticos, en el Museo Británico muestran uno de origen azteca que es realmente espectacular. En este caso es un cráneo humano recubierto de mosaico de turquesa y con los ojos de obsidiana… y tiene dos largas tiras de tejido, con las que los sacerdotes se ataban el cráneo a la cintura, tal y como se puede ver en algunas representaciones en los códices.
Eso sí, si te acercas al Museo de América puedes ver una cabecita de jaguar tallada en cristal de roca de color verdoso… un pequeño y hermoso ejemplo -¡¡esperamos que auténtico¡¡- del arte precolombino de México (MAM 02674). Búscala en la exposición y danos tu opinión…
Cráneo de jaguar tallado en cristal de roca
(MAM 02674)
Este fabuloso ídolo de oro que Indiana Jones roba en un templo de la selva (un subtítulo de la película indica que se encuentra en Sudamérica en 1936), reproduce una figura que... curiosamente... no sería sudamericana, ni de oro, y ni tan siquiera auténtica...
Se inspira, aunque con la cabeza un poco más grande, en una escultura supuestamente azteca, una representación de la diosa de las inmundicias y divinidad protectora del parto, llamada Tlazolteotl, que se encuentra en el Museo Dumbarton Oaks en EEUU. Es un objeto muy extraño en la lapidaria mexicana, y según los últimos estudios parece ser un falso realizado en el siglo XIX… Ha habido más falsos históricos, que se han convertido en iconos de la arqueología americana... pero ya os iremos contando...
Eso sí, si Steven Spielberg hubiera conocido el tesoro de los Quimbaya del Museo de América, que cuando se estrena la película en 1981 llevaba en España casi 100 años, no hubiera necesitado inventarse una escultura en oro… ¿no crees?
Un auténtico tesoro sudamericano, en este caso procedente de Colombia. Esta figura de oro de un cacique se realizó con una compleja técnica denominada "cera perdida", que consiste en fabricar un núcleo de arcilla con la forma deseada, cubrir con cera y modelar esta para dar el aspecto final que va a tener la figura, cubrir de nuevo con arcilla y sustituir la cera por oro fundido y luego vaciar el núcleo inicial para tener una vasija hueca... Muy difícil y laborioso, pero los Quimbayas dominaron esta técnica combinando incluso varias fundiciones de diferentes aleaciones para dar colores distintos a las figuras.
Esta piedra de moler o metate en forma de jaguar, muestra el dominio de la talla de piedra en la cultura Diquís de Costa Rica (Museo de América, 01471)
Este colgante de oro de la Cultura Diquís de Costa Rica, representa una escena de autosacrificio con perforación del órgano sexual que es atravesado por unas sogas -una ofrenda de sangre-. Los colgantes de oro, así como la lítica, elaborados por esta cultura alcanzaron niveles técnicos y estéticos de gran calidad.
(Museo de América, 00672)
Tikal, en Guatemala, una de las ciudades mayas de mayores dimensiones, que inspiró a Georges Lucas para la Guerra de las Galaxias.
En este video podrás ver algunos de los vasos de cerámica del Museo de América y el consumo del cacao en el área de la cultura Maya.
Quetzal
Quetzal (Pharomachrus sp.), ave de vistoso plumaje. Museo de América, MAM 70443.
Teotihuacan
Litografía que representa la ciudad de Teotihuacán con la pirámide del Sol. Museo de América MAM 11763.
Vaso
Vasija trípode de Teotihuacán (400-700 d.C.). Museo de América MAM 1991/11/46.
Cráneo
Esta es la Calavera de cuarzo del Museo Británico, adquirida en Tiffany de Nueva York en 1890
Cráneo Azteca
Cráneo Azteca decorado con turquesas y obsidiana, expuesto en el Museo Británico
Diosa azteca Tlazolteotl
Representación en piedra de la diosa azteca Tlazolteotl, en el Museo de Dumbarton Oaks, aparentemente una falsificación del siglo XIX (pincha sobre la imagen para saber algo más)