Existen una serie de criterios que deben tenerse en consideración en los instrumentos legislativos de protección, en los planes urbanísticos, en las actuaciones en conjuntos históricos y edificios, en la administración y gestión, etc. Además de estos criterios básicos, se tendrán en cuenta aquellos otros más específicos incluidos en cada uno de los programas y líneas de actuación del Plan:
- La importancia de la documentación e investigación ante cualquier actuación.
- La aplicación de una metodología pluridisciplinar.
- El protagonismo ineludible de la comunidad usuaria.
- El respeto de todos los valores culturales de la arquitectura.
- El equilibrio con el territorio.
- La aplicación de medidas sostenibles.
- La valoración y aplicación de técnicas constructivas tradicionales.
- La compatibilidad del uso con la especificidad del Patrimonio vernáculo.
- La arquitectura moderna basada en determinados parámetros de implantación, volumétricos, tipológicos y materiales de la arquitectura tradicional.
- La diferenciación equilibrada de las nuevas actuaciones como testimonio de la época en que son realizadas.
- Fomentar la rehabilitación arquitectónica y urbana.
- La arquitectura tradicional como recurso económico.