La fotografía, como técnica que surge en el seno de la cultura contemporánea, se encuentra íntimamente vinculada a dos características esenciales de esta cultura: su condición de sociedad industrial y su cada vez más acusado carácter de sociedad de consumo.
En este sentido, el Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico, concebido bajo la premisa de la dispersión de buena parte de los fondos que lo integran y de la necesidad de arbitrar mecanismos y sistemas que faciliten su preservación y difusión, se presenta como marco de definición de estructuras de trabajo eficaces para la investigación, conservación y disfrute público de este patrimonio.
Con este Plan se ponen de manifiesto las necesidades y carencias en la gestión del patrimonio fotográfico español y se establece un consenso entre las distintas administraciones e instituciones públicas y privadas que lo custodian para garantizar su conocimiento, preservación y puesta en valor.
El Plan Nacional de Conservación del Patrimonio Fotográfico se plantea por tanto como una herramienta para la gestión y coordinación de estrategias y el impulso de acciones y proyectos que supongan aportaciones relevantes en su marco de actuación.
Este Plan se encuentra actualmente en reformulación y próximamente quedará incluido en el nuevo Plan Nacional de Artes Plásticas y Audiovisuales Contemporáneas.