El patrimonio industrial es un patrimonio integral, fiel reflejo del concepto y objetivos de la Arqueología Industrial, debemos admitir como objeto de este patrimonio: al paisaje industrial (ya sea en contexto urbano o rural), al monumento o bien inmueble, al artefacto o la máquina, al documento y a los testimonios en las formas de ver y entender la vida en las actividades industriales.
Cinco campos de trabajo que son fundamentales en el análisis y valoración de un bien industrial; en los que inciden muchas disciplinas de carácter científico, histórico y artístico, disciplinas que se apoyan en métodos y fuentes, antiguos y nuevos, y a través de ellos debemos acercarnos a estos objetos patrimoniales. Interdisciplinaridad y como consecuencia de ello, interpretaciones y aplicaciones globales del objeto de estudio.
En el Plan de patrimonio industrial tendrán cabida todas las manifestaciones arquitectónicas o tecnológicas de las actividades de extracción, producción, transformación, gestión, transporte, distribución o consumo junto a los equipamientos necesarios para el desempeño de esas funciones (viviendas, almacenes y equipamientos asistenciales o educativos…) así como las fuentes documentales (escritas, gráficas y orales), pero siempre dentro del contexto y proceso histórico de que forman parte.