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Conservación preventiva

Convervación preventiva foto estanterías compactas

Los mayores esfuerzos para la conservación del Patrimonio Documental se centran en las políticas de conservación preventiva, es decir, en el desarrollo de estrategias y actividades centradas en la prevención, minimizando al máximo los factores que pueden acelerar el deterioro y poner en riesgo la conservación de los documentos. Son actividades globales y continuas, muchas veces poco visibles pero fundamentales, que se aplican a la totalidad de los fondos y colecciones que custodiamos.

Las principales actuaciones se centran en:

· Asegurar unas condiciones óptimas de conservación en los depósitos del Archivo, con unas condiciones de temperatura y humedad acordes a la naturaleza y necesidades de cada soporte documental, así como rutinas de limpieza y vigilancia para evitar plagas y controlar el estado de conservación de los documentos.

  • Asegurar unas condiciones óptimas de conservación en los depósitos del Archivo, con unas condiciones de temperatura y humedad acordes a la naturaleza y necesidades de cada soporte documental, así como rutinas de limpieza y vigilancia para evitar plagas y controlar el estado de conservación de los documentos.
  • La instalación y control de fondos documentales, asegurando unos embalajes y un mobiliario adecuados, con especial atención sobre los documentos con formatos y soportes más vulnerables.
  • El diseño y mantenimiento de planes de gestión de riesgos ante eventuales emergencias y de salvaguarda del patrimonio.
  • Diseño de procedimientos y directrices para la manipulación y consulta de fondos documentales.

Sistemas de instalación de fondos documentales:

El Archivo Histórico Nacional reúne documentos en distintos soportes y formatos: pergaminos medievales, documentos sueltos en papel, gruesos volúmenes encuadernados, mapas, planos y dibujos, hasta más modernos soportes magnéticos y ópticos. Cada tipo de soporte y formato precisa unas condiciones adecuadas para su conservación.Salto de línea El sistema de conservación tradicional de los documentos es el legajo, que consiste en que los documentos están atados con cinta de algodón o balduque y protegidos por tapas de cartón o de pergamino, a los que se añaden muchas veces tejuelos que permiten identificar su contenido. Poco a poco vamos reinstalando los legajos en cajas de archivo de cartón neutro, que aseguran una mejor conservación.

Aquí podéis ve el antes y el después:

Depósito del AHN Antes a la izquierda, después a la derecha

Imágenes de diferentes tapas de legajos:

Los libros y volúmenes encuadernados también se instalan de manera diferente según sus necesidades. Influyen el tamaño, el material del que estén hechos y su estado de conservación. En algunos casos es conveniente colocarlos en las estanterías en posición horizontal por su tamaño, su grosor o peso.

Algunos suponen un verdadero reto para la conservación, como estos cuyo lomo mide un metro.

Legajo gigante

Hay documentos que por su tamaño y su formato deben ser conservados desdoblados y en horizontal, como son los documentos en pergaminos y los mapas, planos y dibujos. Estos documentos se conservan en planeros protegidos por fundas individuales de papel neutro.

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